"Y ya sabes... feo, fuerte y formal."

Últimamente dueles mucho. No es que la herida se haya abierto, simplemente nunca cerró. Y escuece. Todo me recuerda a ti. Una estúpida y simple canción, los cigarrillos, mi habitación, nuestro instituto... y podría seguir nombrándote más cosas que traen tu recuerdo a mi cabeza. Sólo me queda eso, aferrarme al recuerdo y al amor que un día compartiste. Ya está, se acabó, la cagué a lo grande, como se me da a mí bien.
Ya sabes para qué vengo a escribirte todo esto, para que no se quede tan adentro, para que salga el dolor, aunque sé que son cosas que no vas a leer jamás.
Tú y yo siempre discrepábamos, nunca peleábamos, pero nunca pensábamos igual. Tú eras el día, y yo la noche. Y así hemos acabado. Se acabaron los te quiero, depender de otra persona, querer a una persona día tras día. Estaba lográndolo, no fuiste un reto fácil. Estaba logrando que alguien me importase de verdad, y de la nada, me venías con las tuyas y yo tenía que soportarlo.
Sinceramente, te quiero, como nunca jamás he querido a nadie.

"Recuerda, yo te quiero más."