Estúpida vida.

Tantas cosas que realmente te hacen cuestionarte por qué cojones no estás viviendo la vida a tope. Gente que viene, y gente que se va. Lágrimas, y más lágrimas. Muertes, mudanzas, nuevas vidas lejos de donde estás ahora mismo. 
Que la estúpida vida te arranque de mis brazos, aún sin yo saberlo. Que la estúpida vida me obligue a decirte adiós, aunque de mi boca sólo salga un "Hasta luego, querido amigo". Que jodida es la vida, que haga que llore al ver que en prácticamente una semana no estarás ahí para abrazarte, ni para tocar tu pelo. Joder.


Amigo mío, un gran amigo. En esta vida hay cosas que faltan, cosas que sobran. Pero, créeme, que un te quiero nunca está de más.
Te quiero, mucho, muchísimo.

Mía.

El doloroso recuerdo de aquellos días que pasé sola, cuando no había nadie a mi lado. Aquellos días en los que comer pasó a ser una necesidad no tan básica. Aquellos sentimientos que tenía. El por qué, y el "¿Y por qué no?" 
Querer hacer de mí algo bonito a simple vista. Un cuerpo bonito, un pelo bonito, una sonrisa bonita, y poco más. Buscar la perfección, aún sabiendo que no puedo alcanzarla, ni siquiera rozarla. Pues la perfección es algo tan difícil como imposible. 
Era a veces satisfactorio, a veces doloroso, a veces rutina, y otras, en cambio, no era nada. 

Últimamente siento que vuelves, y la verdad es que no me importa. Tal vez, Mía, es lo que debas hacer.

Cada día me encantas más.

Tal vez no sea el momento, no sé, tal vez tampoco sea la forma adecuada. Es posible que no sean las palabras más exactas, pero tampoco las palabras equivocadas. Quién sabe, pueden pasar muchas cosas, pueden ser tantas cosas. Pero el único que ha sido tanto en tan poco tiempo eres tú. Porque estoy segura que no sabré describir lo que siento ni hoy ni nunca, pero no me hace falta, porque yo sé que tú también sientes lo mismo. Que sé que tú también desearás que llegue ya ese despertar a tu lado que tanto ansío, esos besos que aún nos quedan, acompañados de momentos bonitos junto a ti. Contaremos las semanas como si fuesen días, viviremos mil cosas juntos, y harás que cada día me levante con un motivo para sonreír. 
Hace unas horas a penas me hablabas de lo que te preocupaba, y yo no sabía qué responderte. Pero es que no sabía qué decirte. Todo estaba mal, y de repente apareces tú de la nada. Y me lo cambias todo en dos días. Sé que a veces puedo parecer demasiado insegura, y la verdad es que realmente lo soy. Pero hoy por hoy una de las pocas cosas que tengo claras es que quiero estar contigo. Y, créeme, eso no va a cambiar en mucho tiempo. 
Que ya he visto demasiadas veces como las puertas del amor se cerraban en mis narices, que ya han sido muchas toallas tiradas a la basura, empapadas de lágrimas que lloré pensando en alguien que no lo merecía. Que ya he desperdiciado el suficiente tiempo con amores e historias demasiado estúpidas. Que ya no será así nunca más, porque tú estarás a mi lado. 
Y, joder, tanto texto para decirte que te quiero.
Pd. Y me seguirás preguntando si quiero estar contigo.

Once.

Tal día como este, de hace nada más y nada menos que nueve meses alguien me agregó. Alguien con quién empecé a hablar, y alguien que no sabía que sería tan importante. Alguien genial que niega serlo.
Han sido nueve meses relativamente buenos. No voy a hablar de todas aquellas peleas en las que ambas nos desvivíamos por hacerlo bien, y volver a ser lo que éramos. Como tú dices, es un enorme círculo sin salida. En el que tú sales más afectada que yo. En el que nos queremos, en el que las peleas son el pan de cada día. Pero para mí cada una de las peleas refuerzan el amor que nos tenemos. 
Porque, sinceramente, no creo que vuelva a ser algo bueno si tú no estás a mi lado, ni siquiera creo que quiera volver a ser algo si tú no estás conmigo. 
Son tantas canciones que me recuerdan a ti, y no sólo nuestras dos canciones. Son todas esas cosas que no hace falta que nadie sepa porque ya las sabemos nosotras, y no hace falta que las sepa nadie más. Es una gran amistad cargada de amor homosexual, con celos a parte. 
Nunca podré agradecerte que me hayas hecho ser como soy, porque sin ti nada de esto hubiese sido posible. Porque te quiero. Porque me he comportado mal contigo, y tú sigues ahí día y noche. Porque no es fácil enamorarse, y tampoco es fácil soportarme. Porque te vuelvo a querer. Y porque jamás habrá nadie como tú.
Hoy, nueve meses después, te doy gracias por aparecer en mi vida.
Y felices dos meses, novia de verdá' mentira. 

Ah, recuerda, princesa: Que no hay una Romea sin una Julieta, y que una Julieta no puede ser sin su Romea.

4-3, 3-4.

"A veces tienes que tropezar constantemente y pedir disculpas a todas horas. A veces tienes que enamorarte para saber lo que realmente significa el amor. A veces tienes que dejar marchar a aquellas personas por su bien. A veces tienes que echarlas de menos. A veces... a veces tienes que saber cuándo es el momento oportuno para decir adiós. 
Me asusta que ese momento llegue."
                                                            -Juliet.
 ¿Y si no estás tú, con quién engordaré yo a perros?