'Todo lo que piden las princesas de los cuentos'

Supongo que otra vez estoy aquí, desahogándome, como siempre, para que el dolor no se quede tan adentro, ya sabes.
Te dije muchas cosas hace un poco menos de un año, y no mentía cuando decía que quería estar contigo y que ese sentimiento no iba a cambiar en un tiempo. Por mi parte no ha cambiado, y supongo que por eso estoy llorando como una perfecta estúpida delante del ordenador. 
No sé cómo seguir los textos que hablen a cerca de ti, porque la verdad es que siempre se resume a que estoy hasta las trancas por ti, a todas horas, aunque lo oculte, aunque quiera remediarlo o pensar que sigues sin merecerte nada que tenga que ver conmigo.
Aunque todo esto supongo que son solo cosas que suenan a triste, cosas que suenan a olvidar, ¿no?
¿Para qué mentirte? Me marcaste y ahora estoy hasta las trancas por ti. Si tú me dices ven, sabes que lo dejo todo. Ojalá lo controlase y no fuese así, ojalá sólo pudiésemos ser amigos sin que te mirase con esa carita cada vez que te veo, o sin que me quedase tonta y embobada mirándote, o sin que se me acelerase la respiración cuando me hablas cerca.
Eres genial, enserio. Cuando me dices que fui la última chica por la que sentiste algo, no sé qué pensar. Me gustaría pensar que sigue habiendo algo, se puede vivir de ilusiones, ¿no? Me gustaría pensar que hay oportunidades en el aire, que la vida te volverá a traer a mí, que seguirás siendo el que quiero.

Te necesito, pero puedo vivir con ello. 

¿Y qué decirte? Si es que te pedí que siguieses siendo lo que quiero, y nunca vas a dejar de serlo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario