Haces conmigo lo que quieres.

Apareces de la nada, y me desestabilizas.
Un día eres un mundo, y al siguiente otro distinto al primero. 
Me intentas moldear a tu gusto, y, de hecho, creo que lo consigues.
Sin razón alguna haces que te quiera, pero a veces te mataría.
Me estrujas, me aprietas, me rompes.
Pienso que podría ser, pero a veces me haces creer que no es así.
Te robo besos, y luego me los robas tú a mí.
Te sonrío, y tú me devuelves esa sonrisa y mil más.


¿Qué cojones te pasa, Ana? 
Estúpida piedra.

No hay comentarios:

Publicar un comentario