No es un adiós, es un hasta pronto.

Mírame, no hace ni un mes que te conozco, ni diez encuentros que hemos tenido y, vuélveme a mirar, me enganchaste.
Eres tú, sigo sabiéndolo, y sigo sin creer que me equivoco. Eres tú. Sólo que, no es el momento. Y ojalá hubiese aparecido en el momento adecuado, pero sé que viviremos nuestro momento adecuado.
¿Qué quieres que diga? No puedo la esperanza, ni la ilusión, de volver a estar a tu lado. Ni de volver a rozar tus labios.


Que las princesas necesitan principesas para vivir. Y, las principesas necesitan a una princesa en su vida.

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