Sueños.

¿Sabes algo? Hoy soñé contigo. Sí, soñé contigo. 
Soñé que estábamos en la playa, un lugar romántico, viendo, cómo no, un amanecer. Habíamos pasado la noche juntos, comiéndonos a besos, y sin poder dormir. Habíamos caminado hasta la playa cogidos de la mano, y nos habíamos sentado en la orilla, pero sin mojarnos los pies, ya sabes que eso a mí me da mucho asco. Decíamos palabras de amor, palabras bonitas, palabras horriblemente cursis, pero que me gustaba oír de tu boca. Sonreíamos como tontos enamorados, y andábamos pegados, y mirándonos de vez en cuando, disimuladamente, como comprobando que eso no fuese un sueño, que estábamos ahí, y ya nadie iba a separarnos jamás. 
Soñé que veíamos el amanecer, y que me decías que no habrías soñado un amanecer mejor. Te besaba, me besabas. Una y otra vez. Te decía te quiero, y tú pintabas corazones en la arena. 
No me guardabas rencor, ese era ya tema almacenado, guardado bajo llave, y olvidado. Pero yo seguía pidiéndote perdón, cada una de mis disculpas iba acompañada de un beso, y supongo que por eso no me dijiste que parase de disculparme. 
Soñé que te preguntaba "¿Para siempre?" y me respondías "Para siempre. Tú y yo, juntos, como siempre debió ser." Sonreí, te besé, y desperté de mi sueño. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario