Diferente.

Aquella tarde la pasé sentada en aquel banco, mirándole. Por aquel entonces seguíamos juntos. Y, cuando el parque se vació un poco, él vino a mi lado a sentarse. No le gustaba -ni le gusta-, tener esos royos ahí. 
Empezamos a hablar de alguien que me dijo que no sabía por qué alguien como él podría quererme a mí. Y él me dijo la razón por las que me quería. 
"Bueno -empezó diciendo-, la quiero porque es distinta. No tiene un estilo determinado, simplemente su estilo." 

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