Línea recta, moviendo caderas.

Estaba andando en línea recta por el borde de la acera. Constante, y manteniendo el equilibrio ante todo. Iba sola por la calle, pero ya no me importaba tanto como antes, me había acostumbrado a estar sola, e incluso le había buscado cosas buenas. Seguía constante, y aún no me había tambaleado ni lo más mínimo. Y os estaréis preguntando por qué iba yo en línea recta, y empeñándome tanto en no caerme. Pues porque me dijeron que las mujeres solían andar en línea recta, moviendo así sus curvas. Y yo, como una tonta, lo probé. Pues esas últimas semanas estaba intentando ser más femenina por el simple hecho de que alguien dijo que le gustaban más las chicas femeninas. Yo intentaba serlo, lo prometo. Pero tanto él, como yo, y como el resto de gente que me conocía sabía que sería un poco imposible, pues nadie puede ser lo que no es. Y hay que aceptarlo, yo no soy muy femenina, ¿y qué? Supongo que me acabará dando igual, supongo que acabaré haciendo lo que quiera de todos modos. Pues yo soy así. Paso de los comentarios de la gente. ¿No te gusta mi bisexualidad, ni mis camisetas anchas? Pues corre, ve a decírselo a alguien que le interese, porque a mí desde luego me la trae realmente floja. 
Y, ¿sabéis qué es lo mejor de todo? Que voy a seguir siendo así. 

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