Un dos, y un siete.

-Buenos días, ¿qué desea?
-Buenos días, póngame veintisiete pastelitos, con lacasitos azules y lilas por encima.
-¡Marchando! Disculpe mi atrevimiento pero... ¿para quién son tantos pastelitos?
-Para mi novia, por supuesto.


~Estas cosas que guardamos la una de la otra, son, sin duda, una forma de escondernos, y de decir que ninguna quiere que la otra desaparezca... ¿o no es así?

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